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Elon Musk lanza un desafío al Congreso de EE. UU. | Opinión | EL PAÍS

El Gobierno federal de Estados Unidos podrá continuar financiando las nóminas de los funcionarios durante los próximos tres meses, gracias a un acuerdo aprobado a última hora en el Congreso, durante la madrugada del sábado, que autoriza los recursos para su operación. Este tipo de crisis se ha vuelto común en el Washington polarizado. Sin embargo, esta ocasión es diferente. El episodio establece un precedente inquietante sobre la influencia que busca ejercer Elon Musk, el multimillonario propietario de la plataforma X y principal asesor informal del presidente electo Donald Trump, sobre las instituciones democráticas.

Republicanos y demócratas habían logrado negociar un paquete de gasto para evitar el cierre del Gobierno, que se produciría en la medianoche del sábado al domingo si no había fondos. Musk se dedicó a difundir en X comentarios sobre las provisiones de la ley, algunos falsos, y amenazó a todo republicano que la apoyara. Finalmente, su protector Donald Trump, que entrará en la Casa Blanca dentro de 30 días, dijo que se oponía también. Los republicanos se acobardaron. Hubo una segunda ley, y una tercera, negociadas en horas caóticas, hasta que se aprobó. El Washington que se preparaba para Donald Trump se ha encontrado con que el principal agente de caos no es él, sino Musk.

La ley aprobada finalmente no tiene cambios significativos. Ni siquiera incluye la principal demanda de Trump, que es elevar el límite de deuda para poder gastar mientras recorta impuestos. Es decir, lo que hizo Musk fue una pura demostración de fuerza sobre el Congreso y, de alguna manera, sobre el propio Trump. “Ha prevalecido la voluntad del pueblo”, escribió Musk. No es verdad. La voluntad del pueblo la representa el Congreso, elegido democráticamente. Lo que ganó fue la intimidación de un solo hombre que posee el megáfono más grande del mundo, varias empresas, muchos millones de dólares, evidentes conflictos de interés y ningún cargo electo. “El pueblo” del que habla Musk son solo sus seguidores en X.